Similares a los orcos en la mayoría de
los aspectos, los ogros son de mayor tamaño y constitución. Cortos de
entendederas pero asesinos despiadados, son la raza inteligente más salvaje de
Zharegron.
Habitan pequeñas comunidades esparcidas
por todos los continentes, ocupando cuevas, claros y barrancos. Sus armas son
primitivas pero pesadas, las que blanden con facilidad gracias a su fuerza
descomunal, y sus colmillos y garras son más grandes e inmundos que las de los
orcos.
Provistos de cuerpos duros como la
roca, estos monstruos nunca usan armaduras, a excepción de algunas prendas de cuero encurtido. No se
sabe a ciencia cierta cuantos años puede llegar a vivir un ogro, pues cuando no
valen para la caza y el combate son asesinados y devorados por sus propios
congéneres. No responden ante ningún señor, sólo los más fuertes de los
asentamientos se proclaman así mismos como líderes, hasta que otros ogros los
suplantan, ya sea retando o asesinando.
A diferencia de los orcos y los
vampiros, los ogros no ansían dominar el mundo, prefieren la vida apartada de
los temas políticos, aunque comparten el mismo odio por el resto de especies.
En algunas ocasiones forman alianzas con los orcos en pequeñas incursiones y
escaramuzas, calmando así su sed de sangre y muerte.
Vampiros, orcos y ogros, a menudo
combaten entre ellos con el mismo odio y ferocidad que con las razas de la luz,
sin embargo al igual que estas, en ocasiones puntuales se han visto arrastrados
a unir sus fuerzas contra sus enemigos comunes.
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